voluntad de Dios? Si se convierte Nínive, Israel sufrirá inevitablemente la perdición. Y si es así, y Jonás predica en Nínive, y Dios perdona, entonces la suerte de Israel estará echada, y el destino del pueblo de Dios, sellado. Ante semejante perspectiva Jonás no tiene futuro en Israel, su testimonio es inútil y su presencia del todo inviable. La idea de ir a Nínive resulta insoportable. Jonás no puede ir. Ni puede permanecer en su tierra. ¿Qué hacer, sino huir? Y el profeta abandona, sin más, su
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